Sören Kierkegaard
Resumen de la obra:
Con temor y temblor, con inquietud, pero sobre todo con
amor, me presento aquí ante ustedes para comunicarles con mi ponencia algo que,
si no se siente, en realidad no se puede explicar: la soledad y la angustia.
Ahora bien, ¿es ello posible? Parece que con Kierkegaard lo indecible se
convierte en inefable, y lo inefable en misterioso. Seguramente por ello, no
puedo más que exhortarles a la fe; a la fe en mis palabras que con pasión
tratan de expresar, paradójicamente, mi humilde comprensión racional y personal
de aquel que " ni afirma ni niega, sino que sugiere " (según lo que
dijo Heráclito sobre el Oráculo de Apolo en Delfos). No obstante, quisiera que
mi intervención, querido oyente, fuera breve pero intensa y provechosa. Lo
primero que cabría señalar sería la estrecha relación entre ambos conceptos
kierkegaardianos. Tanto la soledad como la angustia son categorías del " espíritu
", del hombre como espíritu y, por tanto, del " yo ", con un
papel evidente de intermediación. En segundo lugar, ambas presuponen la
libertad: la primera en cuanto a situación existencial; la segunda, con
respecto a ese vértigo ante la posibilidad indeterminada que debe, y teme,
concretarse en una decisión-acción. En tercer lugar, queda claro por lo dicho
que hacen referencia al "ser relacional " del hombre, a la categoría
de relación; y esto en un doble sentido: la relación del hombre consigo mismo en
cuanto espíritu (auto-relación), y la relación con el fundamento de dicha
auto-relación, es decir, con Dios. Precisamente es en este último aspecto en el
que hay que encuadrar las reflexiones kierkegaardinas, si bien no desmerezca un
tratamiento puramente antropo-fenomenológico-existencial. En definitiva, la
soledad y la angustia poseen en Kierkegaard un sentido en último término
religioso-cristiano, José García Martín " Kierkegaard: la soledad y la angustia
del individuo singular".
Tags:
Angustia, Dios, Razón, Ser, Soledad
Consulta la obra completa:
No hay comentarios:
Publicar un comentario